miércoles, 16 de marzo de 2016

Una de cine: Kieslowski

Vamos a finalizar nuestra ronda por Varsovia con una de cine.
Se celebra el 20º aniversario de su muerte, así que creo que nada mejor que quedarnos con la trilogía más conocida de Krzysztof Kieslowski: Tres colores (Azul, Blanco y Rojo)

Título: Tres colores (Azul, Blanco y Rojo)
Título original: Trois couleurs
Idioma: francés para "Azul" y "Rojo". Polaco en su mayoría para "Blanco"
Año de estreno: 1993
Banda sonora: Zbigniew Preisner
Premios: numerosos; obtuvo premios en Venecia, Berlín, España...





Tres películas que cuentan tres historias diferentes, aunque en algún punto siempre se entrecruzan. ¿Cuál es la mejor? Eso suele quedar a opción del espectador...y es que cuando preguntas cada cual tiene su favorita y no es cuestión de ponernos a discutir.

Azul es la historia de Julie. Vive de un modo privilegiado en París hasta que en un accidente pierde a su marido y su hijo. Tras una dura convalecencia decide deshacerse de todas sus pertenencias y recluirse en un pequeño apartamento, lejos de todo lo que fue. A lo largo de la trama, además de una especie de autodescubrimiento, también ha de enfrentarse a las falsedades de su matrimonio al descubrir que su marido no era quien ella creía. Cerca siempre, el ayudante de su marido que está muy enamorado de ella y trata de convencerla para que finalice la composición inacabada de su marido "Concierto de Europa"



Blanco es una historia de amor pero de las de abandono y venganza. Karol, el protagonista, está realmente enamorado de su mujer, Dominique Ella decide abandonarlo alegando su impotencia. En medio de su desesperación, un amigo le ayuda a salir de Francia y a volver a Polonia, donde consigue montar un negocio exitoso que le coloca en muy buena posición.
Desde allí decide prepetrar su venganza, haciendo que su mujer vaya a verlo a Polonia haciéndole creer que ha muerto. Su intención es hacerle pagar por todo el dolor que sintió ante su abandono. Sin embargo... bueno, no todo es lo que parece y a lo mejor los sentimientos de ambos están más cercanos de lo que parece. Al final, con un tono tristón, te quedas con ganas de gritarle al director "¡esto no se hace!"




Rojo, la tercera película de la trilogía, nos cuenta la extraña relación entre Valentine y el juez Kern. Valentine atropella a un perro con su coche y cuando lo lleva a su dueño, él rehusa quedarse con él. El dueño es el juez, y tiene un extraño pasatiempo: escuchar las conversaciones telefónicas de sus vecinos. Valentine lo descubre por casualidad y aunque rechaza profundamente lo que hace el viejo juez, siente una atracción por la historia del personaje que la hace regresar a conversar con él.
El juez decide autoinculparse por las escuchas a los vecinos y es en ese momento cuando más conocemos su historia y cómo llegó a su situación.
De modo paralelo conocemos la historia de Auguste, uno de los vecinos, que parece reproducir la vida de Kern a través de las pinceladas que nos van mostrando. 
Un accidente de ferry nos dará un final no sólo a esta película, sino a las tres películas a la vez, en forma de cierre difuso para la saga.



Si después de ver la trilogía os quedáis con ganas de más, Kieslowski tienen un Decálogo previo a ésta. Más crudo y directo en sus películas...o incluso más soviético, si es que se puede aplicar este concepto al cine como a la arquitectura.
Y cómo confesión final...mi favorita es Blanco. Sin querer quitarle a Binoche el encanto de su trabajo, que como siempre es impresionante.

Para ver la trilogía, tomad un fin de semana de calma y aprovechad para verlas juntas. Sin móvil.

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